Nuestra filosofía se basa en el respeto al caballo, al igual que cada jinete tiene su personalidad y su físico, cada caballo también y hay que entenderlo y cuidarlo, siempre demostrando autoridad, con el mayor respeto y cariño.
Por ello, entendemos que el caballo tiene que ver el trabajo como algo positivo, por lo que intentamos que el trabajo sea variado sin exceso de carga para que no entren en la monotonía.
Velamos por el bienestar de nuestros caballos, con alimentación personalizada, los mejores veterinarios, herradores y cuidados diarios.
Queremos que los jinetes se sientan cómodos y disfruten de la equitación como lo hacemos nosotros.
Podemos afirmar que nuestra manera de instruir tanto al jinete como al caballo nos han dado buenos resultados con caballos jóvenes, con vicios adquiridos o binomios que quieren mejorar el rendimiento y potenciar sus cualidades.
Equum Domum, del latín, «la casa del caballo» resume a la perfección nuestra filosofía.